En el Perú nadie se definiría como racista. Sin embargo, las categorías raciales no solo tiñen sino que a veces condicionan nuestra percepción social. Es decir, el racismo indígena es una realidad cotidiana que marcha mucho más allá de los discursos racistas y se internaliza en nuestra forma de ver y comprender una sociedad y los grupos que la integran, vale decir que las clases sociales no solamente son percibidas por su rol que cumplen en la producción sino que a ello, se agregan en forma consciente y/o inconsciente la idea de la raza en su más simple significado: el color de piel y la cultura tradicional.
Sin embargo dar categorías se convierte en una simple calificación por su lugar de procedencia o la forma de comportarse, pero aún no nos damos cuenta de todas esas malas costumbres que muchos tenemos.
Todos sabemos que el racismo indígena no es tema del día de hoy, es una realidad que arrastra muchos años atrás que día a día ataca y discrimina injustamente a las personas, en muchas oportunidades demuestra grados de inferioridad entre todos los peruanos.

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