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jueves, 30 de junio de 2011

"Los Serranos me trataban mejor que mi propia familia"

Los indígenas que servían en casa de la madrastra de José Arguedas fueron para él la influencia por para sus obras.

Las personas con las que vivieron con Arguedas en la infancia del él siempre lo trataron bien a diferencia de su propia familia. Como se sabe el padre de Arguedas se volvió a casar tras la muerte  de su esposa. Fue una de la influencias, los indígenas que servían en su casa, para Aeguedas para sentirse mas conectado con ellos, por el mismo hecho de que Arguedas no era bien visto por su madrastra  y los únicos que mostraban afecto hacia él eran los sirvientes. Gracias a ello él aprendió mas de la cultura indígena y de las demás tradiciones que ella con lleva. Esto sirve como una inspiración más para él al realizar sus obras literarias. Según Gonzalo Portocarrero, sociólogo, explica que siempre fue nostálgico y que traía a través de sus obras la realidad del pueblo indígena por sentirse identificado con ellos. En sí Arguedas siempre buscó la manera de llevar la cultura indígena como parte de su inspiración en sus obras. Lo más resaltante de ello es que Arguedas hace suya cada historia que cuenta, aun si no lo ha vivido. Siempre que veía cualquier hecho interesante de los indígenas que le rodeaban, lo tomaba como suyo en sus obras.


Concluyendo se diría que este personaje, se ha de dar cuenta que gracias a esta relación que tenía con los indígenas servirían como fundamento para sus obras literarias.

El peruano ¿Multicultural?


Somos un país diversamente multicultural. A simple vista, la vestimenta, las creencias culturales, los patrones de conducta, los bailes típicos, las tradiciones y demás, demuestran a lo largo y ancho de nuestro país los misterios y enigmas aún por descubrir.

Podemos decir que la multicultura nace con nosotros, lo llevamos dentro y nos identifica como un país diversamente cultural. Esto se debe que hay aún costumbres y tradiciones que siguen perdurando a lo largo del tiempo como una identidad marcada y definida en la costa, sierra y selva de nuestro país, conjuntamente con las culturas y creencias extranjeras adquiridas.

Desde nuestro punto de vista la multicultura que presenta nuestro país, ha cruzado fronteras y ha generado una expectativa positiva a nivel internacional. Gracias a ella, las inquietudes y las dudas por conocer esa gama extensa de diversidad cultural, se extiende cada vez más.

Luego de muchos años, la mayor parte de nuestros pueblos han empezado a comprender que la cultura peruana se ha constituido gracias a los aportes de las culturas de los pueblos andinos, aymaras, costeños, amazónicos, inmigrantes, europeos, africanos y asiáticos que han ido constituyendo una diversidad pluricultural a nivel nacional.

Podemos decir finalmente que la multicultura peruana, ha llevado al país a un desarrollo mucho más sostenido que día a día busca una integración de todos para todos.



Por: Abraham Vásquez Ruiz
Peruano a todo corazón
José María Arguedas fue un hombre de cultura e identidad.
En todo momento, Arguedas se sintió orgulloso e identificado con su patria. Un peruano de corazón. Siempre fiel a su labor y a su sangre indígena.
Este escritor, redactó al Perú desde su forma más cruda y real. Tal como él la conoció y la vivió.
En sus obras sale a relucir su amor a su raza, los indios, como los llaman, le enseñaron la bondad, la ternura y la valentía para seguir adelante y luchar.
El gran amor que le tenía a su tierra, no se ve opacado en ningún momento. Arguedas, describe los paisajes andinos con majestuosidad y admiración; no falta obra en la que no describa su belleza, la de de sus animales, bosques, ríos, plantas, personas y etcétera.
Toda la razón tuvo al decir: “no soy un aculturado”. Porque José María Arguedas, fue un escritor, cuya vida fue dedicada a la gran pasión que sentía por su cultura, a su amor por su tierra, por su gente y su fuente de inspiración mas grande, el Perú.   
Por: Diana Medina León


Folklore de peruano
El Folklore esta en todo peruano.
El Perú es rico en diversidad  de todo tipo, pero sobre todo en diversidad humana. Todo peruano lleva dentro y conoce el folklore. Ya sea de la costa, sierra o selva de nuestro Perú, hemos experimentado de una u otra forma el folklore, ya que lo llevamos en la sangre.
 Todos conocemos  la marinera, el huaino, la criollada, el festejo, el negroide y muchas otras danzas. Tal vez porque lo vimos en televisión, lo escuchamos en alguna radio o porque lo bailamos en ciertas ocasiones como en el colegio, en algún grupo de danza, nuestros familiares nos enseñaron, o etcétera.
 Aunque existe mucha discriminación. Todos sabemos bien, que disfrutamos de usar alguna prenda o artículo personal o para el hogar que resalte con sus motivos peruanos, que sea lo más parecido a la vestimenta típica de nuestros hermanos de la sierra, costa o selva. Esto también es folklore, el folklore que llevamos dentro. Las ganas de poseer esa identidad, de admirar la belleza de sus vestimentas y conocerlas.
Tal vez no todos sabemos tocar la quena, la quijada, la guitarra, la zampoña, el charango o el arpa. Pero todos, en algún momento  hemos ido a presenciar un grupo de música folklórica, incluso, hasta tal vez algún miembro de nuestra familia o conocido toca estos instrumentos y es por eso que los conocemos. Pero están en nuestras mentes, en nuestros recuerdos y en nuestra vida.
Y sobre todo, el peruano, sabe los remedios que necesita de la madre Tierra para curar sus dolencias. La Tara, la uña de gaña de gato, el achiote, la sangre de grado, son algunos ejemplos de la medicina natural que es parte de nuestro folklore, transmitido de generación en generación por nuestros antiguos.
Ya que el folklore es música, creencias, costumbres, tradiciones, cuentos, leyendas y mucho mas. Es imposible no tener el folklore en nuestra sangre peruana.
Por: Diana Medina León



jueves, 23 de junio de 2011

La Costa vs. La Sierra

Costa vs. Sierra

Las personas provenientes de los pueblos de la sierra del Perú, sufren discriminación social por parte de las personas de la costa. 

Debido al fenómeno llamado “alienación”, la gente que vive en la costa tiende a discriminar de manera irracional a estas personas. Ya que su forma de vida ha sido alienada, hasta incluso su manera de pensar, es por esto que los costeños, al estar en constante contacto con las culturas y las modas y las costumbres extranjeras, ven a la gente de la sierra como personas raras, fuera de común, ya sea por su forma de hablar, de vestir, su manera de comportarse y sus costumbres. Sin darse cuenta de que, esta discriminación no tienen sentido.
Las personas de la costa se han aculturado de tal manera que al nacer, sus hijos adquieren estas culturas, y formas de pensar muy alienadas. Las personas de la sierra no tienen mucha de esta influencia, y mantienen sus costumbres y creencias, hasta su manera de vestirse y muchos de ellos manejan muy bien el quechua, bailan sus danzas típicas, realizan sus ceremonias a la tierra, al sol, al agua, viven de sus cosechas y cantan sus yaravíes.
Cuando las personas de la sierra van a la costa, surge la discriminación y esta se da en los colegios, la vecindad, en la universidad e incluso cuando se ejerce un puesto laboral.
Sin embargo, muy a pesar de todo, todos los costeños actúan de esta forma. Hay muchos que son agraciables y respetuosos con las personas de la sierra y valoran de buena manera sus creencias y costumbres.

Lo que realmente indigna es la labor del estado respecto a este grave problema. Porque, querramos o no, en vez de resolver el problema, lo agraba. Esta es la realidad.

Por: Diana Isabel Medina León


 

La Literatura Peruana

Mariátegui en su estudio de la literatura peruana hizo la distinción entre la "literatura propiamente dicha" que trajeron los conquistadores, y la literatura anterior aborigen, que se confundía con la religión y los rituales mágicos. Como se sabe, hasta hoy, su propuesta no ha tenido fortuna en los medios académicos, y al contrario la crítica, (incluyendo de "mariateguianos"), lo ha acusado no solamente de negar la existencia de las artes y literaturas orales precolombinas, sino de negar la cultura aborigen en general. En realidad una crítica sin ningún sentido, ya que Mariátegui, más que nadie en su tiempo, reivindicó a las culturas aborígenes en todas sus vivencias, elevándolas al grado protagónico del cambio al socialismo, en la revalorización de las comunidades campesinas subsistentes a inicios del siglo veinte.
El fundamento de los que critican a Mariátegui, es cuando dice: "La civilización autóctona no llegó a la escritura y, por ende, no llegó propia y estrictamente a la literatura, o más bien, ésta se detuvo en la etapa de las aedas, de las leyendas y de las representaciones coreográfico-teatrales2".
Sin embargo, sus críticos no reparan en que, líneas después afirma: "La infancia de toda literatura, normalmente desarrollada, es la lírica. La literatura oral indígena obedeció, como todas, esta ley". 
En otras palabras, para Mariátegui, antes de la llegada de los conquistadores, hubo literatura oral, que aun no se constituía en "literatura propiamente dicha", ya que para eso, entre otras razones, a su criterio, debe existir escritura.
La cuestión está aclarada. La propuesta de Mariátegui no deja de lado las culturas aborígenes, menos su literatura oral. La falta de comprensión por parte de sus críticos, se debe en gran parte, a que sus propuestas o enunciados en Mariátegui son un esbozo, que no fueron desarrollados por su temprana muerte.
Lo que es pertinente aclarar, es de que la literatura propiamente dicha no se reduce a la escritura, como equivocadamente pensaba Mariátegui, sino que puede ser oral, siempre y cuando logre cohesionarse así misma, con sus métodos de creación autónoma, independientes de otras disciplinas y al margen de rituales mágicos religiosos. Si es así, es evidente que estamos ante una literatura oral "propiamente dicha". De lo contrario, si la literatura oral forma parte del mundo ceremonial de la magia y religión, donde también hay elementos de lo que posteriormente sería la técnica, la ciencia, no constituye "literatura propiamente dicha". Pero la respuesta concreta se tiene que particularizar de acuerdo al devenir de las culturas. En el caso peruano antes de la llegada de los conquistadores, la literatura oral, en palabras de Mariátegui, estaba en la "etapa de las aedas, de las leyendas y de las representaciones coreográfico-teatrales", cuestión que ha sido corroborada por otros estudiosos.
Plantear dos cuestiones sobre la literatura oral. La primera es la creada luego de la conquista española, en la lucha de resistencia contra el colonialismo donde, junto a la literatura escrita, por ejemplo de los Comentarios Reales de los Incas de Garcilaso de la Vega, se propaga una literatura oral, para perpetuar en la memoria popular el pasado autóctono, pero junto a este proceso y formando parte de él, surge una literatura oral anticolonialista, por ejemplo en los mitos y relatos revolucionarios mesiánicos y milenaristas que se propagan de generación en generación (por ejemplo Incarri). También adjuntemos aquí, a los cuentos, leyendas, trasmitidos de generación en generación. Dejamos la pregunta de si esta literatura oral, (que en gran parte es diferente a la literatura oral de antes de la conquista), puede ser catalogada de propiamente dicha.
Por lo demás, danzas y canciones para las labores agrícolas subsistieron tiempo después de la conquista, y hoy, en gran parte es rememorado, pero sin su función original, transformándose en parte del folklore y costumbres populares.
La otra cuestión que queremos hacer referencia, ligado a lo anterior, es de que no es necesario retroceder en el tiempo para verificar que la literatura no se reduce a lo escrito, sino que además, en sus formas elementales está inmerso en la oralidad, no solamente por la subsistencia de pueblos o regiones iletradas en el proceso de desenvolvimiento desigual y combinado, sino también por otra razón fundamental, de que el arte y la literatura está inmerso en la vida cotidiana del conjunto de la sociedad, (en sus formas elementales), por ejemplo en el tarareo de canciones, en las representaciones teatrales, en los recitales, en las fiestas populares denominadas "folklóricas", en los medios de comunicación, en los centros de enseñanza, etc., Universo a partir del cual emerge la literatura más elaborada. Pero hay que decirlo que la oralidad literaria de los tiempos primigenios no es lo mismo que la oralidad de los tiempos presentes (que es moderna).
La oralidad del arte en los países andinos actuales, se puede decir que está en gran parte dentro de lo moderno, en tanto su creador o sus creadores (que pueden ser anónimos), ya no forman parte del mundo mágico religioso, aunque en sus creaciones (en su "inspiración"), estén permeados de esa tradición, pero ya no existe el vínculo ritual afectivo, práctico, en la sociedad. Distinto es que supervivan rituales antiguos, desvinculados de la vida diaria, por ejemplo en ciertas festividades folklóricas, muchas de las cuales ya no tienen su significado original, sino que se han "modernizado", ya que su función no es estrechar vínculos con la naturaleza sino divertir, adquiriendo un carácter hedonista, aunque mantenga en gran parte sus rituales tradicionales.
Mariátegui se hacía la pregunta: ¿Desde cuándo existe literatura peruana? y explica que la literatura que trajeron los españoles, pensada y sentida como españoles, aunque escrita en el Perú o sobre el Perú, no es literatura peruana, sino parte de la literatura española en sus colonias, la que deja su estela en el colonialismo de la literatura y cultura que supervive durante la república.
El primer valor signo de la literatura peruana para Mariátegui es el Inca Garcilaso de la Vega, el autor de Los Comentarios Reales de los Incas, del cual dice que es "el primer peruano, sin dejar de ser español", resumiendo o sintetizando toda una concepción, donde la conquista "escinde" el devenir de desarrollo autónomo, [una ruptura en la continuidad], originándose otro proceso, donde dominadores (conquistadores) y dominados forman una unidad en las relaciones sociales, en la cual los dominados hacen suyo para liberarse, los elementos libertarios de lo autóctono y de la modernidad, constituyéndose en el "cimiento" (andino) en la formación de la nacionalidad, contrariamente a los dominadores que para perpetuarse en el poder, hacen suyo el lado siniestro y bárbaro de la modernidad bajo una mentalidad de casta racista.

El indigenismo en la literatura peruana

De las escuelas o corrientes en literatura del periodo nacional, resalta el indigenismo, en cuyo devenir, luego de la liquidación de las elites indígenas, en la segunda mitad del siglo dieciocho al ser derrotada la revolución de Túpac Amaru, encuentra nuevamente organicidad en el siglo veinte, pero sus causas se remontan a la época de la conquista, a los inicios de la resistencia frente a los invasores y encuentra sus fuentes , sus raíces, en las culturas autóctonas y en el legado libertario de la modernidad.
En el sistema colonial instaurado, lo "nuevo" en las relaciones entre los hombres, es de que a la explotación económica y a la opresión cultural, aparece el racismo de larga data en Euro - oriente para legitimar el dominio.El universo de opresores y oprimidos se legitima en el cotidiano devenir por el color de la piel , originando lo que Mariátegui llamaría "dualidad racial cultural emergida de la conquista18" y cuyos resabios se prolongan al siglo veintiuno. Los vencidos luchan no solamente por sacudirse del yugo de la explotación económica, sino también de la opresión cultural y de la discriminación racial. En este contexto surge la resistencia y rebeldía expresada en la reivindicación de lo indígena, en todos los terrenos, a cuya expresión artística (cultural), con el correr del tiempo, se le ha dado en llamar indigenismo, el cual se ha ido configurando y cohesionando sucesivamente, de acuerdo a la correlación de las fuerzas sociales. La última configuración fue a partir de inicios del siglo veinte, inmerso en una voluntad de cambio, confluyendo y en devenir paralelo con otros fenómenos, entre ellos la emergencia a la vida nacional de nuevos sectores sociales (clase obrera y capas medias), una nueva visión de la política (socialismo, marxismo) y nuevos elementos artísticos (las vanguardias), siendo por tanto una corriente moderna en su expresión literaria, y en cuanto a su proyección social, en su generalidad, es libertaria.
Cuando hablamos de indigenismo, lo hacemos del movimiento artístico cultural que reivindica al universo andino, cuyos exponentes, o sus creaciones, a veces tienden a dar una visión "realista" de lo que sucede en el mundo andino, otras veces se alejan de ese verismo, pero sus raíces están en lo andino, extendiendo su espectro a otras latitudes, incluso en el ámbito internacional (en los "peruanistas").
No confundir el devenir del mundo andino, heterogéneo, donde lo progresivo y arcaico o retrogrado conviven como en toda sociedad, con el movimiento cultural (indigenismo) que emerge de su seno y tiende a representarlo.
En un capítulo anterior hacíamos alusión a clases sociales con historia y clases sociales sin historia. Las primeras se caracterizan porque sus intereses particulares (privados) logran confluir en gran parte con los intereses generales de la sociedad, mientras que en las segundas, sus intereses no coinciden con los intereses generales de la sociedad. A los movimientos y/o corrientes culturales igualmente se les puede catalogar en el mismo sentido. A veces sus propuestas o sus obras confluyen con el interés general, coadyuvando a mejorar la condición humana, dignificando la existencia, otras veces van contra los intereses generales de la humanidad. En todo movimiento cultural existen las dos vertientes, primando una de ellas. Todo depende de la organicidad en los grupos , estratos, clases sociales o nacionalidades que encarnen esos ideales. En el movimiento indigenista tiene primacía el aspecto progresivo, siendo por tanto una corriente con historia.
En el devenir de la humanidad, por lo general las propuestas libertarias, de cambio, de lucha por dignificar la existencia, se han encarnado en las entrañas de las clases dominadas y oprimidas. No es casual entonces, que la reivindicación de la cultura andina, entre cuyas expresiones está lo que se conoce como indigenismo, adquiera en su núcleo central, caracteres libertarios, tanto los recogidos de las tradiciones milenarias originarias, de cooperación, ayuda mutua, solidaridad, reciprocidad, planificación económica..., como también de valores libertarios modernos de la cultura universal.
La modernidad no es una receta que se pueda importar, menos un mandato divino, sino que adviene en las relaciones entre los hombres, es decir, en las relaciones sociales, de acuerdo a las especificidades nacionales (o territoriales). Las clases sociales y las diversas nacionalidades (cuando las hay), cumplen una labor progresiva o arcaica.
Las clases o elites con historia no necesariamente son los creadores o promotores de los elementos progresivos en el devenir, pero en sus aspiraciones libertarias tienden a confluir con esos elementos. Sin embargo, esto no impide que en su seno surjan o permanezcan tendencias conservadoras o arcaicas, que a veces logran neutralizar el movimiento libertario. En cuanto a los movimientos culturales, están inmersos en esas contradicciones, con el predominio de una de las tendencias (progresivas o retrógradas).
A la colonia, a partir del cual surge lo que hoy es el Perú, hay que entenderlo como una totalidad inmersa en el sistema económico mundial, donde los conquistadores, junto a elementos premodernos (arcaicos), hicieron suyo los elementos retrógrados, oscurantistas y bárbaros de la modernidad, ya que solamente así podían ante el mundo y ante si mismos, legitimar las atrocidades que cometían, mientras que la vertiente andina, para liberarse, fue haciendo suyo, en gran parte por mediación de los "indigenistas", de los elementos progresivos de la cultura aborigen y universal, incluyendo a la modernidad en su acepción justiciera y libertaria. Igualmente el devenir de dominantes y dominados (conquistadores y conquistados), se va reconfigurando, cambiando, constantemente, formando parte del sistema económico mundial de acumulación de capital cuyo centro inicial fue Europa, en un desarrollo desigual y combinado. No entender esto, da como resultado una visión estereotipada, fosilizada, arqueo logizada (inmóvil) del devenir y de la historia.
El indigenismo no se guía por caudillos o manifiestos en el sentido tradicional de otras escuelas de arte y literatura, porque es mucho más que una corriente de arte, es un movimiento polifacético, englobando en su devenir a diversas tradiciones que reivindican al universo andino, promoviendo y reivindicado una cultura. Aquí está la explicación de su larga duración y de su proyección futura, ya que, como diría Mariátegui, la nacionalidad peruana se está construyendo sobre cimiento andino.




NO SOY UN ACULTURADO

No hay país más diverso que el Perú, más múltiple en variedad terrena y humana; que es como una fuente infinita de creación en donde Arguedas convierte el arte y sabiduría de un pueblo que se consideraba “extraño”, en  lenguaje artístico.

A mi parecer los pueblos considerados “degenerados” contienen una prevalencia a través de los años en sus ideas, mitos, costumbres y formas de concebir el mundo; pensamientos y artes que deberían ser perfeccionados para un entendimiento global a través de un lenguaje.

En conclusión lo citado por el poeta, es considerado como la mejor expresión del lenguaje artístico, en donde argumenta que perfecciono los medios para entender este país tan dotado de riquezas mediante conocimientos de todo en cuanto se descubre otros mundos.

viernes, 3 de junio de 2011

"EL Perú es una fuente infinita de inspiración"


Arguedas siempre fue un literato que tenia como objetivo de que a través de sus obras el impulsar a los lectores a conocer mas del Perú y no olvidarse de quienes descendemos y su cultura.

Desde mi punto de vista el hecho de que la modernización y los avances tecnológicos comienzan a invadir el mundo actual y nuestras culturas, estas no son una excusa para olvidar las raíces de donde provienen primero nuestro linaje y segundo nuestros antepasados. Arguedas considera que el Perú es una fuente de infinita de creación de la cual no difiero. Es el Perú uno de los países más diversos que existe en el mundo, se tiene de todo. Por ello el conservar nuestras costumbres más tradicionales como las festividades, danzas, platos típicos, agricultura, lenguas andinas entre otros ya que son nuestra fuente más grande de inspiración. Es tradicional de nuestra historia ver el menosprecio y la opresión de los conquistadores a los indígenas, quizás por su apariencia, sus costumbres o su ignorancia. Sin embargo, la cultura y riqueza que se tienes de esta cultura es tan extensa como cualquier otra. En nuestro tiempo se ha visto desde otro ángulo tales situaciones dándole más crédito a tales características del este país, por lo tanto la cultura raíz del país toma otro significado haciendo que la imagen actual de la misma cambie radicalmente. El quechua, aimara y otras lenguas nativas se hagan más conocidas y se estudien más a fondo. Nuestra historia peruana se compone de muchos héroes, escritores, literatos y personas famosas. Una personaje que impulsa indefinidamente por hacer famoso este país a través de diversas formas es José María Arguedas.

Se puede concluir Arguedas siempre fue un hombre que se inspiro en la cultura andina del Perú y que gracias a él logramos ver la realidad de la cultura andina y sus maravillas en el Perú.